miércoles, 4 de mayo de 2011

Convocatoria para locutores de radio

Con 12 años tuve la oportunidad de cumplir uno de los sueños de mi vida, por aquel entonces: ser locutor de radio. Fue en un programa infantil que duró la temporada de vacaciones escolares. A las cuatro y media de la tarde ya estaba en la desaparecida emisora Radio Mariano para junto al director y al compañero de micrófono (de igual edad que yo), preparar lo que saldría al aire  en media hora.
Todo transcurría bien hasta aquella mañana en que me levanté y al querer preguntar a mi abuela si ya estaba el desayuno mi voz salió como un graznido  grotesco y grave, por suerte no me escuchó, pero yo si me oí y fui corriendo al traspatio de la casa y hablé para mi queriendo convencerme que lo que había escuchado un rato antes no era mi propia voz, pero estaba equivocado, aquel alarido fuerte  era lo que salía de mi garganta y si no hubiera sido por aquello de que los hombres no lloran ahí mismo lo hubiera hecho. Me pasé el día sin hablar, no quería que nadie me escuchara y aun tenía la esperanza de que “mi mal” se curara haciendo reposo, pero no fue así.
En la tarde llegué al programa cuando ya empezaba y en la misma presentación desaparecieron todos mis sueños, de mi garganta brotó la voz gruesa y sin viso infantil alguno, la misma que conservo aun. Mi compañero quedó aturdido, el director, mi tío, pensó que bromeaba y me miró severo desde el otro lado del cristal, pero no se pudo hacer nada y así terminé el programa y mi efímera carrera como locutor de programas infantiles.
Recordé esa anécdota infantil pues desde hace unos días veo en la televisión una convocatoria para locutores de radio, cuyo requisito es tener entre 18 y 35 años. No entiendo nada, acaso  la voz necesita edad, será que buscan tanto realismo que en cualquier momento requerirán caballos, perros o elefantes para que hagan sus sonidos a través del éter en lugar de imitadores.
Me ha dado por pensar  qué quien hizo la convocatoria no tiene la más mínima idea de qué coño es un locutor radial, estoy seguro que jamás escuchó una radionovela ni sabe que  a los bellos rostros que  se ven en la publicidad de la tele no corresponden las voces que escuchamos sino a los de otras personas cuya edad  y físico no interesa, sino su voz. Hay decenas de ejemplos de voces que escuchamos que nada tienen “que ver”  con lo que escuchamos en la radio, vemos en televisión o cine, pero solo voy a citar uno, hace ya un año hice la voz en off para una publicidad de Aerosur, entre otras cosas decía - “chico, porque mami se va a mayami…”, nadie, ni mi hijo se percató que era mi voz. Por eso medité presentarme a la convocatoria (por teléfono lógicamente), lo deseché pues más tarde tendría que dar la cara además de  presentar documentos de identidad y sacando cuenta de mi edad con eso de haber nacido en año bisiesto, por una parte tengo más de 35 y por la otra han pasado menos de 18 años con 29 de febrero por lo que no clasifico.


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