jueves, 29 de diciembre de 2016

Por donde me llevó el 2016

La Paz. Bolivia
(fotos del autor)
Se nos va diciembre y con él 2016 también termina. Ha sido un año bisiesto por demás, en los que la vida de muchas personas, entre ellas yo, hemos sido objeto de algunos cambios, porque en fin de cuentas todo cambia y todos cambiamos, aunque algunos se nieguen. 
En pocas horas entraremos en 2017 con el optimismo como estandarte y el animo de trabajar duro en este nuevo ciclo, de tres años no bisiestos, como se me ocurre llamarle. No voy a hacer una cronología de lo que ocurrió en el mundo, ni mucho menos de lo que me ocurrió a mí este año (lo hago con imágenes), que humorísticamente me recibió en un auto remolcado. 
Así, remolcado por la vida viajé de sur a norte donde ya no sé qué es al revés, si aquello o esto, pero cada vez más convencido que ni al mundo, ni a los seres humanos nos divide alguna línea imaginaria o por imaginar. Somos eso, mujeres y hombres, de cualquier color, credo, tendencia sexual, política y religiosa que pasamos por la vida intentando dejar nuestra huella.
Para todos, mis deseos mayores son que vivan intensamente este nuevo año, que cumplan o hagan al menos el esfuerzo por cumplir con los propósitos que nos hemos trazado y sobre todo eso, tener objetivos que son la brújula de la vida.

FELIZ 2017

Amanecer en Buenos Aires
Valparaiso. Chile
Viña del Mar. Chile
Santiago de Chile


Samaipata. Bolivia
Santa Cruz de la Sierra. Bolivia
La Habana. Cuba

La Habana. Cuba
Laredo. Río Bravo. Frontera de México con Estados Unidos
Fairchild Tropical Botanic Garden. Florida. USA
Everglades. Florida. USA
Everglades. Florida. USA



miércoles, 9 de noviembre de 2016

La lección de la elección

Hace poco tiempo, allá en Bolivia, un amigo cubano que ya pasa de los cincuenta y que llegó a ese país a finales de 2006, me decía que en su vida sólo le habían "tocado" dos presidentes, Fidel Castro y Evo Morales. Hoy a dos meses exacto de estar en los Estados Unidos puedo decir que ya en este corto tiempo también me han "tocado" dos, pues hace pocas horas fue electo uno "nuevo".
Pude vivir parte de la campaña electoral para la presidencia de los Estados Unidos, que muchos llamaron diferente, llena de insultos, amenazas y hasta groserías que parecen disolverse como por arte de magia a partir del reconocimiento oficial de los resultados. En los días previos se desarrolló una especie de guerra mediática, incluyendo las redes sociales que nada tuvieron que envidiarle a aquello que dos siglos antes reseñó José Martí en sus crónicas, aunque a nivel de calle y cafés no se percibía esa intensa contienda.
Pero ya terminó todo, Hillary Clinton enarboló su discurso de aceptación tendiendo su mano a su oponente quien ni corto ni perezoso se dedicó a halagar a quien furibundamente había atacado durante largos meses.
No soy ni pretendo ser analista político, pero me doy cuenta que esto es algo diferente a lo que siempre he vivido. El "terrible Trump", satanizado y muchas veces de forma justificada, puede cambiar algunas cosas pero no me queda dudas que una vez en la presidencia no le retirara, por ejemplo, la licencia de transmisión a la cadena Univisión, ni perseguirá, encarcelará o convertirá en exiliado político a periodistas que le molestaron o a alguna que otra que lo acusó de toquetearla u ofenderle por tener unas libras de más. Pienso que no veré a sus oponentes acusados de terrorismo, sedición o traición a la patria, desterrados o encarcelados, ni a artistas que se expresaron libremente contra el hasta ayer candidato usando cuanto epíteto le llegó en mente, negados de entrar a territorio americano.
En cuanto a la estupidez del cacareado muro y sus amenazas múltiples, es cuestión de esperar y confiar que ha sido elegido presidente, no dictador y que quienes lo eligieron y quienes nó, tienen el derecho y los mecanismos para impedirlo.
De todas formas si "veinte años no es nada", cuatro es menos aún y si en ese tiempo no hace las cosas bien se irá y aunque las haga menos mal en ocho años ya no estará en la presidencia. Afortunadamente aquí no se ha inventado la re-reelección. Esa por fortuna es la buena lección.

miércoles, 19 de octubre de 2016

De vuelta

Los Andes. Foto del autor

2016 es año bisiesto y todavía no he escrito nada en este blog en lo que va de año, pero creo que ya debo ir retomando estos escritos pues hace más de un año que no lo hago. 
Lo que va de año ha sido muy movido para mí, es como si cosas trascendentales en mi vida ocurren en un año bisiesto, sobre todo en eso de viajes, pues fue en 2004 cuando viajé a Bolivia por primera vez y también casi 12 años después y coincidentemente en el mes de septiembre de este bisiesto llegué a los Estados Unidos.
El año no ha terminado y tengo mucho que contar, he estado en muchos lugares en todos estos 13 meses que no he contado nada en este blog y tengo mucho que escribir, algunas entrevistas a gente que nos ayudan a ser mejores y mis experiencias y pareceres.
De paso por Argentina contemplando los picos del Aconcagua, de nuevo por las calles de Santiago de Chile y Valparaiso. Una vuelta breve a una Habana que apenas año y medio había dejado en el mayor optimismo para volver y encontrar una ciudad y un país frustrado con las esperanzas aplastadas en una simple "reflexión". Unas pocas horas de mucho México y la llegada a Estados Unidos recorriendo de Texas a Florida. 
Creo que eso y mucho más constituye un motivo para seguir escribiendo y contando todas esas experiencias.