jueves, 4 de diciembre de 2014

Nadie en Cuba llora a Chespirito

Hace pocos días se dio a conocer la noticia del fallecimiento de Roberto Gómez Bolaños, conocido más como Chespirito, El Chavo del ocho o El Chapulín Colorado. Toda América Latina, incluyendo una buena parte de los Estados Unidos y España, lo llora con una de las alegres sonrisas que tanto regaló a sus millones de admiradores de varias generaciones. Sin embargo en Cuba nadie, o casi nadie, que no es lo mismo pero es igual, lo lloró. Aun no sé el motivo por el cual a mi generación y las posteriores en mi país no se nos dio la oportunidad de admirar o tal vez rechazar al cómico mexicano, tal vez los máximos decididores decretaron que su humor era muy cursi, o no estaba muy comprometido con las causas sociales del tercer mundo, tuviera rasgos burgueses o hizo alguna declaración molesta y decidieron no borrarlo, sino hacer como si nunca hubiera existido, como ha pasado infructuosamente para las degeneraciones de censores con Celia Cruz, Feliciano, películas diversionístas, Los Beatles, El Duke Hernández y cientos que han colmado y aun integran la lista de los prohibidos. Aunque, tal vez por desconocimiento nunca le he prestado mucha atención a los programas de Chespirito, me ha sensibilizado ver el llanto de los niños (ninguno es cubano), y mayores por la pérdida de su ídolo y el desconsuelo de los de mi generación que debimos haber disfrutado o al menos conocerlo. De todas formas, querido Chavo, Chapulín, Chespirito o mejor Chespirote, tuve la suerte de conocerte en este, tu tiempo de siempre y decirte a nombre de todos los que no te conocen: Gracias.

1 comentario:

  1. Pero por el contrario nos empujaron a aquellas telenovelas mexicanas llenas del mal gusto, como la "Gotita de plomo" o no se llamaba así,, al menos el pueblo así la llamó.

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