sábado, 4 de mayo de 2013

Más atrás de los micrófonos (parte I)


Armando Zaldivar. Foto del autor


Antes de conocer a Armando Zaldívar ya había escuchado de él, aun era yo un estudiante de electrónica cuando mis compañeros que hacían la práctica laboral en el laboratorio de metrología donde él  trabajaba hablaban a menudo de su destreza en la verificación de aquello inmensos y casi inútiles instrumentos de medición soviéticos.
No imaginé entonces que un tiempo después iría yo a parar a ese laboratorio para cumplir mi servicio social y que él dinámico Zaldívar sería mi mentor, en aquello de pasar corriente por dos equipos para determinar si sus parámetros estaban correctos.
Poco después cuando ya su alumno había alcanzado algo de destreza, Zaldívar en uno de sus escasos momentos enojo mandó al carajo a uno de los jefes y decidió renunciar. Le hablé a mi tío, entonces director de Radio Cadena Habana para que lo incorporara al equipo de trabajo que estaba formando. Ha llovido mucho desde entonces, pero Armando quien más que un amigo es parte de mi familia, aun sigue en esa emisora, allá, más atrás de los micrófonos, pero haciendo ver imágenes con el sonido de su experiencia y dedicación.
Por eso, para un poco recordar y enterarme de algunas cosas de su trabajo que no conocía, sostuve durante un buen rato durante mi visita a La Habana, esta conversación.


OLS: Yo se que has trabajado en la radio cubana durante más de 30 años ¿Cómo vez este medio en Cuba en la actualidad?
AZ: Yo veo la radio cubana en la actualidad más bien estancada, está falta de talento. En los años que yo empecé había mucho talento, trabajábamos con mucho amor, con mucho deseo, pero en la actualidad trabajamos por un salario y no hay amor al arte como se dice.

OLS: Cuando yo era niño y me llevaban a aquella pequeña emisora llamada Radio Marianao me fascinaba ese mundo, recuerdo a Alfredo, creo le decían “el tronco”, Tirso mi tío, Albertico y otros, trabajaban mucho allí y sin cobrar nada, se pasaban el día completo en la emisora y para ellos era como una fiesta, nunca los sentí quejarse. ¿Se mantiene aquel espíritu?
AZ: Ya te digo, hoy no se trabaja por vocación, hoy se trabaja por los “cuatro centavos” que nos pagan y por tener un trabajo, el trabajo de nosotros es un trabajo limpio, cómodo, te aprendes de memoria lo que tienes que hacer y ya, si quien te manda sabe menos que tú.

OLS: ¿Qué ha significado para ti estos más de seis lustros trabajando en la radio cubana?
AZ: Eso sí, ha significado mucho, a la radio le debo mi carrera, prácticamente es lo que he hecho más en mi vida, salvo algunos años en el laboratorio de metrología. Ahora estoy aquí, ya me falta poco, pero ha sido mi carrera, ha sido mi vida, además yo sí he estado por vocación pues lo que he hecho durante todos estos años me ha gustado, he aprendido, me capacité y ayudé a muchísima gente. Hoy estoy tranquilo, me siento cómodo trabajando en lo que realmente me gusta. Los cambios han sido para las demás gente, para mi no, yo sigo haciendo lo mismo.


OLS: En cuanto a la programación dramática, que la radio cubana ha tenido desde siempre una tremenda tradición en programas dramatizados.
AZ: Lo dramático solo se mantiene en dos lugares: Radio Progreso, que mantiene su tradición y Radio Arte que concentra toda la producción dramática para todas las emisoras del país, pero la emisora en que trabajo suspendió toda la producción de dramáticos pues se convirtió en la emisora de la música cubana. Solo transmite música y cubana, además todo lo que tenga que ver con el ámbito cultural, pero no hay nada dramático ni programas que se hacían en vivo con grupos musicales, todo eso se suspendió y solo se transmiten los nuevos discos, programas de música antigua, todavía te debes acordar de aquel programa “Recordando”, bueno eso se mantiene y se mantiene la discoteca, pero solo de música cubana, no se transmite música extranjera.

OLS: Eso debe ser por cuestión de formato, ha cambiado el formato de radio, Cadena Habana  que en realidad siempre fue una emisora musical.
AZ: Claro, la emisora musical de Cuba, que ya tiene setenta y seis años.

OLS: En verdad son muchos años, bueno ahora quiero que me digas cómo vez la música en Cuba, en especial la difusión, la música que se difunde, pero primero háblame de la música popular, cómo se maneja todo esto del reguetón, la salsa…
AZ: Mira, yo te puedo decir a ti que…que sucede, antes existían bien definidos los productores musicales de la radio, los que producían la música, hoy no hay productores, es por la libre, la pone cualquiera sin tener conocimientos de qué cosa es una curva de interés, sin saber los por cientos musicales, sin tener en cuanta a qué publico va dirigido, horario y esas cosas que tú debes conocer, hoy cualquiera pone música, pero cualquier música, da lo mismo poner un reguetón a las cinco de la mañana que poner a Adalberto Álvarez y su Son a las 12 del día, da lo mismo, no le importa a nadie, lo popular es lo que se está poniendo sin importar la calidad.

OLS: ¿Eso responde a cuestiones económicas o…?
AZ: Bueno, eso también se filtra, eso se filtra mucho porque…mi hermano, la necesidad es la necesidad y si tú vas a contribuir con una gente que te va a servir un poco y te va a ayudar…bueno entonces quien tenga la posibilidad lo hace, no está exento, aquí no estamos exentos de esas cosas tampoco.


OLS: Cuéntame eso de que fuiste el primero en musicalizar un juego de pelota.
AZ: Ná eso es sencillo, yo era operador de cabina donde se transmitía beisbol, la emisora transmitía la pelota como único deporte, solo transmitía ese, del antiguo equipo de provincia Habana con la anterior división político administrativa y yo era el operador en la cabina, pero un juego de pelota por radio, con esos dos señores narrando la pelota, que muchas veces decían hasta mentira porque se le pasaba la jugada y la inventaban, aquello era muy aburrido. Un juego dura tres horas, tres horas y pico, a veces más y nada, entonces me dije: - yo tengo que inventar algo para no perder el tiempo aquí y fui incluyéndole pequeños efectos, pequeñas cosas, “continitas” por aquí, “efecticos” por allá. Aquello se oyó, parece que gustó y se convirtió en una institución, durante mucho tiempo fuimos solo nosotros quien lo hicimos pero luego se regó por todo el país como pólvora y ya eso está instituido en el país, todas las emisoras que transmiten deportes y sobre todo pelota, hay que transmitirla con música. Yo tuve la posibilidad, o no sé, de ser el primero, además está reconocido, por eso me han dado premios, me han dado reconocimientos que fui el primero que lo hice, eso donde único se hace es en Cuba, no se hace en ninguna otra parte del mundo, por lo tanto parece que fue el primero en el mundo.

OLS: En la radio los narradores deportivos tiene que hacer ver a los oyentes, ya sea un juego de beisbol, una pelea de boxeo. En la actualidad cómo vez la nueva generación de narradores, imagínate nosotros tenemos tremenda tradición en eso como Felo Ramírez, Eddy Martin, Bobby Salamanca, Héctor Rodríguez…
AZ: En la televisión se mantiene más o menos a pesar de que ha sufrido cambios bruscos, Héctor murió, murió Eddy Martin quienes eran la pareja de siempre, que eran los más capacitados, qué pasa en la radio, en la actualidad la pelota no vale la pena ni oírla, por ejemplo yo la veo por televisión y le quito el audio, con solo verla la entiendo, no me interesan los chismes porque cuando Eddy Martin hablaba uno se capacitaba, se informaba, pero ahora no informan, se pasan hablando de la velocidad del pitcher y la jugada se le va, por tanto parece que la escuela de narración deportiva que existe en Cuba ha decaído bastante, además la máxima de la narración deportiva es la imparcialidad, de quien sea, aunque tú narres para tu provincia tienes que ser imparcial, hoy eso no se ve, la imparcialidad está ahí a flor de piel, entonces  nada, no creo que esté como antes.

OLS: ¿Voces y locutores? ¿Cómo entiendes que están las voces y los locutores en la actualidad?
AZ: Mira hay una corriente nueva, aquí en este país, no sé en otro, no conozco, pero en Cuba hay una corriente que lo que hace falta es comunicar, transmitir, tu voz, tu color de voz no importa, lo que importa es comunicar. Yo me acuerdo de locutores de cuando yo empecé que eran estrellas, mira todavía anda por ahí cantando Jorge Sosa, además Garrido, y te estoy hablando de los que trabajaban conmigo pero aquí en este país había tremenda cantidad de locutores buenísimos, hoy todos dicen lo mismo, todos hablan igual, todo mientras más rápido hablen mejor y en la radio no se comunica hablando rápido, se comunica hablando bien y es lo que no sucede en estos momentos.

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