jueves, 16 de mayo de 2013

Más atrás de los micrófonos (final)


Armando Zaldivar. Foto del autor

 Continuación y final de la conversación sostenida con el artísta de la radio cubana, Armando Zaldivar

OLS: Yo soy de los que pienso que en la radio actual no hay que tener una buena voz para comunicarse, eso sí hablar bien y te pongo el ejemplo de Camilo Egaña quien en la radio cubana tuvo que ver mucho en eso, también Aldo Ramírez Calderón, eterno locutor de Cadena Habana quien tenía una voz como algunos decían “antiradial” pero llegaba al público.
AZ: Si, además de Camilo había un locutor que era hombre-radio, que hacía de todo en Radio Progreso, trabajaban él y su hijo y se fueron a vivir a otro país, en realidad no me acuerdo de su nombre pero él era ese comunicador, tenía excelente voz que sabía colocarla, tenía técnica radial, comunicaba de verdad, porque lo que hacía era conversar con el micrófono como si tuviera una persona delante, no gritaba, no chillaba, no hacía esas cosas que hoy están muy de moda.

OLS: …en el mundo.
AZ: Si en el mundo y que al final eso no es comunicar, comunicar es llegar a la gente, enseñarles, llevarle tu mensaje, pero que le lleve bien, no que le llegue distorsionado, mal dicho. Hoy para decir cualquier cosa lo hacen con palabras de la calle, chabacano para tratar de comunica, para tratar de estar más cerca o ser igual, pero así no enseñamos a la gente.

OLS: En tu profesión ¿qué nostalgias tienes?
AZ: Muchísimas, sobre todo de forma de trabajar, de formas de organizar, de programas que ya no salen al aire y de compañeros, de compañeros unos que se han ido de Cuba, otros que han muerto, otros que han dejado la profesión, porque realmente la profesión económicamente no da y se tienen que buscar la vida de otra forma, yo no he dejado la profesión, pero te confieso que he estado a punto de hacerlo, no la he dejado porque sencillamente me es difícil, me es muy duro dejarla. Pero muchos se han ido, el turismo ha arrastrado mucha gente. Muchos se han ido a animar espectáculos, otros que tienen como yo trabajar en sonido, se han ido con orquestas, en cabarets, en centros nocturnos donde la remuneración es mucho mayor, porque en la radio no es buena y los que nos quedamos lo hacemos por vocación.



OLS: Tú que has transitado desde la cinta magnetofónica a la computadora, dime ¿cómo vez la calidad desde el punto de vista tecnológico?
AZ: Decir que la calidad ha disminuido es negar la ciencia, es negar lo nuevo, por ejemplo, los discos de pasta tenían mucha calidad, pero la calidad estaba dada por el hombre, el hombre es el máximo responsable de la calidad, pero hoy está dada sobre todo por el equipo y hay quienes le dejan todo al equipo, aunque antes el hombre tenía más conocimiento de lo que hacía y hasta más amor propio. Hoy estamos muy cómodos pero muy deshumanizados, le dejamos todo a la tecnología, al equipo que si no tiene un hombre quien lo dirija no trabaja bien, si no le das la información exacta la que requiere no lo hace bien y eso es lo que sucede. Hoy transmitimos en FM, transmitimos estéreo, en veinte formatos pero al final la calidad no está dada por eso solo, está dada por muchas otras cosas, la radio es una cadena desde que se escribe un libreto hasta que salga al aire y la calidad tiene que venir de nosotros, los artistas del sonido que damos formas a lo que concibió un escritor, y si la forma, el acabado no está bien, no sale bueno el programa al destinatario.

OLS: El efectista de sonido, ese que hacía el trote de los caballos, cuando se abre una puerta, ese mago diría yo, ¿sigue existiendo en la radio?
AZ: Sigue existiendo, independientemente que hoy digitalmente esos efectos se pueden fabricar…pero no es lo mismo.

OLS: Claro que no es lo mismo, porque por ejemplo si el caballo aminora la marcha, el efectista puede hacer que eso parezca, pero la computadora no lo puede hacer exactamente.
AZ: La computadora la deforma, por lo tanto el hombre sigue siendo el ente principal a la hora de un programa dramatizado, es como la musicalización, el grabador puede musicalizar porque yo lo hago, pero si tienes un musicalizador capacitado es mucho mejor, pasa lo mismo que con el efecto, ese efecto acústico fabricado in sltu es más real, se le pone más corazón y sale más natural.

OLS: De verdad que había que tener amor a su profesión  en plena época del llamado Periodo Especial en los años noventa para ir de Guanabo a Marianao, recorriendo casi toda la provincia apenas sin transporte púbico, para ir a trabajar.
AZ: Imagínate que yo me levantaba en Guanabo a las cuatro de la madrugada para “guapear una guagua”, una no, la primera porque tenía que coger dos hasta Marianao y después terminar allá cuando pudiera ya que en esa época no había horario en las emisoras, tú entrabas pero no sabías cuando salías, de todas formas hacíamos las cosas con tanto amor que si terminábamos de trabajar en cabina y nos mandaban para edición allí íbamos, de ahí te ibas al informativo, después a grabación y así, o te decían dale para el carro de control remoto y te mandaban para Bejucal, adonde fuera. Pero me las arreglaba, cuando uno hace las cosas porque le gusta lo hace.

OLS: Te confieso que aquella vez que te pusiste bravo en el laboratorio de metrología y le hablé a Tirso para que te  pusiera a trabajar a Cadena Habana, pensé que solo ibas a estar un tiempo y buscar otro trabajo, que aquello no era lo tuyo, pero por suerte me equivoqué.
AZ: Te debo a ti y a Tirso, tu tío el estar hoy aquí, el estar hoy en la radio, ustedes me abrieron el camino y yo lo caminé, he llegado hasta aquí, treinta y cuatro años creo que tengo en esto ya.


OLS: Aun así con todos estos problemas de diferentes tipos, dificultades económicas etc., si tuvieras ahora veinte años ¿a qué te dedicarías?
AZ: A la radio, sin pensarlo, así como te lo dije, sin dudar porque la radio es para mí una forma de vida, una forma de ser y por tanto no pienso en otra cosa, yo pienso como hombre de radio. Me preparé para esto y pasaré mucho trabajo para poder irme de la radio porque sé que me voy a ir, no me quedan más de cinco años en la radio, aunque me siento bien pero uno debe retirarse siempre a tiempo, pero mi vida seguirá siendo la radio.





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