No me adapto a que diciembre sea uno de los meses más calurosos del año, algo así como el julio del hemisferio norte, debe ser por eso que una vez me pareció algo ridículo ver a un Santa Claus o Papá Noel con todos sus atavíos invernales invadiendo esta cultura. Los niños querían fotografiarse junto al bondadoso personaje que entre exclamaciones, gritos y llantos terminó desmayándose por el intenso calor cruceño de casi 40ºc, al que habían agregado un sinfín de bombillos incandescentes, en el parque de la Cooperativa Rural de Electricidad donde anualmente se realizan festividades por la Navidad, y he ahí mi asincronía. Para ese festejo, aunque apenas lo conocí antes de llegar aquí, estaba muy ligado a la nieve o al menos al frío. Más el sur también existe o tal vez es el norte si lo vemos desde esta antípoda posición, todo está desde dónde se vea, aunque el asunto de la calurosa Navidad poco a poco lo he ido asimilando.
Lo que si no llego a entender es el festejo de Halloween o la Noche de brujas. Esta celebración de calabazas huecas acompañadas de todo tipo de monstruos y fantasmas llegó hace pocos años pugnando por quedarse, llevándose la mayor tajada en esto los comerciantes que no disciernen de cultura a la hora de ganar. Entrar a un supermercado y toparse con brujas, máscaras y calabazas junto a todo tipo de disfraces y artefactos para infundir terror es lo más común por estos días.
Me parece más cercano el festejo mexicano por el "Día de los muertos", que el Haloween norteamericano heredado de los celtas a través de sus inmigrantes irlandeses.
Afortunadamente la mayoría de las personas de aquí más que reprobarlo opinan que es una cosa que nada tiene que ver con sus costumbres y a pesar del "empuje" de los medios y la publicidad comercial, no se lo toman en serio. No siempre faltan algunos trasnochados o tal vez confundidos que festejan como si fuera algo muy arraigado, de mucha clase, queriéndolo imponer a los demás y por supuesto contando con el apoyo de ciertos mercaderes que no escatiman en vender calabazas huecas para aumentar sus arcas.
Me uno al gran coro de voces de bolivianas y bolivianos que reprueban este tipo de festejo tan alejado de nuestras culturas, esperando que con el tiempo se olvide y no sea más que algo pasajero. Que Hallowen con sus brujas y monstruos plásticos sea solo un recuerdo que nos alertó a que no nos metieran por los ojos el pavo relleno para comer en familia el cuarto jueves de noviembre celebrando el Día de Acción de Gracias, aunque no me opongo a que la gente festeje lo que desee, aunque sean calabazas huecas
Algunas veces en mi rebeldía de adolescencia llegué a querer tener otra familia. Siempre me decían: - la familia no se escoje, es lo que le tocó a uno y ya. Pero yo en aquellos tiempos prefería haberla escogido.
Sin embargo a esta etapa de la vida me doy cuenta de mi errada conducta, mis familiares son y han sido únicos, realistas y surrealistas a la vez; amables, rebeldes y respondones que nunca dudaron en criticar a veces a viva voz y otras en susurro a cuanto gobierno totalitario y/o corrupto ha manchado nuestra tierra.
No obstante la cuestión política nunca ha sido su fuerte, aunque si esa maravillosa irreverencia en su vinculo con la música, mi familia siempre ha sido muy musical y es raro que no haya producido ningún músico famoso aunque en uno de esos antológicos velorios mi abuela criolla (la otra era gallega) me presentó al sonero Felix Chapottin como un pariente lejano, pero pariente al fin. Lo más original en este aspecto ha sido eso de cambiar la letra a las canciones, cosa muy común entre mis familiares y me viene a la mente el caso de mi primo Manolo quien sustituyó la letra de la internacionalmente "Guajira Guantanamera" de Joseito Fernandez por aquello de ..aguanta la vela, María aguanta la vela..., claro está, de alguien le venía pues Tirso mi tío, locutor, productor y hombre orquesta en varias emisoras radiales de la capital y sobre todo amante de la música y fervoroso admirador del catalán Joan Manuel Serrat lo hacía en reiteradas ocasiones y entre varios ejemplos está la canción "Cuando me vaya" que no solo creyó él sino nos hizo creer a muchos que la letra en uno de sus versos decía "...y a la grupa de enterrar mi chalupa, qué blanca vela peinará el mar ...", cuando en realidad decía era: "...y a la grupa del terral mi chalupa de blanca vela peinará el mar..." Años después se lo corregí justificandole que tal vez lo había escuchado así debido a las deficiencias de los equipos de sonido de aquel tiempo y le puse ya en un CD de optima calidad la referida canción, asintió convencido, después me miró diciendo: - efectivamente es como dices pero debe ser una versión moderna pues la original lo que canta es ...a la grupa de enterrar mi chalupa...
En otra ocasión y tal ves por su adicción a esa infusión también varió la letra de una de las canciones del artista catalán, fue con "Tiempo de lluvia", que culminaba según él, solicitando "...haz el café, ven y siéntate". A mi en realidad me gustaba más su versión aunque originalmente Serrat entonaba: " ...acércate, ven y siéntate". Así era, incluso afirmaba refiriéndose a "Pequeños Detalles", hermosa canción de Sarita Santana interpretada por su entrañable amiga Elena Burke, que en uno de sus fragmentos decía " susurrar: - las estrellas -, cuan sublime oración", yo le corregía que en realidad era" susurrar frases bellas cuan sublime oración," pero seguía parado en sus trece hasta que la fraterna polémica llegó a Elena quien sonriente allá en el balcón de su apartamento en la calle Linea con vista al mar, se la cantó como todos asegurabamos. Quedó convencido, lo que no dudo es que intentara convencer a la Señora Sentimiento que como él decía era más poético aunque tuviera que cambiar otra parte de la letra anterior donde también se menciona a las estrellas.
No me quiero extender mucho en el tema, es muy particular, pero no puedo terminar sin comentar lo que me motivó a esto y fue mi sobrino Pablo, ahora un joven pero que siendo un niño fue sorprendido entonando la famosa canción de Agustin Lara "...Acuerdate de Acapulco María Bonita, María del alma..."Pablito con sus 5 años dio un brusco giro a la letra cantando: "... Acuerdate de Acapulco María Moñito..."
Esa ha sido y es mi familia, tal vez con problemas auditivos pero con marcada vocación poética, ahora estoy convencido que si existiera un mercado por caro que fuese donde "oferten familias" sin dudas que escogería la mía, la que me toco.
Fotos y caricatura tomadas de Internet, Canción "Cuando los ángeles lloran" del grupo Maná
"No debemos, sin embargo lisonjearnos demasiado de nuestras victorias
humanas sobre la naturaleza. Esta se venga de nosotros por cada una de las derrotas que le
inferimos. Es cierto que todas ellas se traducen principalmente en los resultados previstos y
calculados, pero acarrean, además, otros imprevistos, con los cuales no contábamos y que, no
pocas veces, contrarrestan los primeros […]”.
Friederich Engels. Dialéctica de la Naturaleza
Dudo que cuando Engels escribió la cita anterior, existieran movimientos ecologistas ni partidos Verde, la naturaleza aun era tan virgen, tan poco vilipendiada que su visionario escrito parecería más bien una locura. Pero estamos ya entrados en el siglo XXI donde los crímenes contra la ecología, el medio ambiente o la "Pacha Mama", como cacarean en foros internacionales esos mismos políticos que hoy no dudan en causarle heridas profundas, es algo cotidiano incluyendo a esta parte del mundo que es Bolivia.
Esta vez le toca al Territorio Indigena Parque Nacional Isiboro Sécure, conocido por las siglas TIPNIS. Se ha previsto y hay una empecinada idea de partirlo en dos con una carretera que si bien pudiera traer prosperidad a los territorios que enlazará, seguramente el impacto ambiental y más importante el social será incalculable y mucho mayor que los beneficios. Esto es lo reclaman los indígenas de esa región y mucha gente que los apoyan de corazón, por eso marchan y han sido reprimidos por la policía de forma indiscriminada y brutal. Hombres, mujeres y niños han marchado y marchan durante casi dos meses para que la proyectada carretera no se convierta en una mancha que con el nombre de prosperidad traiga despojos, colonización, desforestación y muchas calamidades más en nombre de la “civilización".
No quería escribir sobre este tema, lo veía muy abusado por partidarios y detractores. Ambos bandos han hecho de este su bandera política, algunos de forma sincera, otros con evidente dosis de hipocresía. Me he preguntado si está marcha hubiera ocurrido 8 años atrás ¿de qué parte estarían los simpatizantes y en qué lado andarían los antagonistas? Seguramente en lados contrarios a los que se encuentran muchos de ellos hoy.
Creo, y no solo como ser humano que ama la naturaleza, sino que comprende, como lo avizorara Engels siglos atrás, que es una necesidad imperiosa preservarla. Por eso no puedo eludir unirme a las voces que exigen a quienes en este caso tienen la gran responsabilidad de evitar una mancha en el mapa de TIPNIS, que eviten que esa mancha se propague a sus conciencias y a la obediencia de sus seguidores.
"Quiera Dios que en esta tierra que no tengamos otro Chico Mendes, ni el silencio cómplice de un Collor de Mello"
Sería bien soñador intentar eso, ni en un millón de imágenes se podría representar La Habana. Esa mágica ciudad que reverdece belleza en medio de ruinas y olvidos, solo se puede imaginar en el corazón de cada habanero, de cualquier otra parte de la isla o del mundo que la sienta. Allá, frente al mar nos espera a todos sin distinción, con sus cañones de alegría, sus fortalezas blindandonos contra lo malo y sobre todo con esa alegría que no pierde. Se lo asegura un habanero que la extraña.
A esa soda pequeña de un cuarto de litro, la más económica, la que vale menos, le llaman mini. Pero no es a esa mini a la que quiero referirme, es a un niño que tal vez para alguna gente valga menos que una mini soda, o tal vez ni eso.
No es todavía un niño de la calle, pero se me hace que lo podrá ser en cualquier momento porque allí pasa la mayor parte de su amplio tiempo. Nunca ha asistido al colegio, en cambio desde muy temprano lo vemos deambular por el recién instaurado pavimento del barrio en que vivo, casi siempre descalzo y muchas veces con la suciedad acumulada de varios días sin ocuparse de su aseo.
Mini sobrevive en un pequeño y caluroso cuarto que no resiste. Anda y desanda por las calles alimentándose de lo que consiga o con lo que pueda comprar de lo que gana cuidando (y si tiene suerte) lavando autos, trabajo nada fácil pues el inclemente sol y a veces las bajas temperaturas no creen en niños desamparados. Tampoco otros niños de igual condición que defienden a golpe de harapo y cuchillo con la más tierna violencia, su espacio para ganarse unas monedas en esas mismas labores.
No sé si será lo peor o lo mejor pero Mini no habla, apenas dice algunas palabras mal articuladas, una discapacidad que seguramente un especialista en logopedia resolvería en poco tiempo. Digo que quizás es lo mejor porque si hablara creo tampoco lo escucharían como pasa con miles de Mini que deambulan por las calles y canales de esta “prospera ciudad”.
Aun así ríe, casi siempre anda regalando su sonrisa a la vida que tan mal lo trata, es solidario y no duda compartir lo poco que tiene incluyendo su natural inteligencia y su inocente picardía con los demás.
Tal vez Mini es mucho más, una señal que no quieren ver los políticos, los hipócritas y los egoístas (casi siempre son lo mismo), de que tiene una deuda conla humanidad.