Tengo un amigo que es arquitecto y
músico, o tal vez músico y arquitecto. Nuestra amistad comenzó cuando por
razones de trabajo nos encontrábamos, él, como saludo entonaba el estribillo de una
popular canción de Celia Cruz y después gritaba
alegre el consabido: ¡azuca`¡
seguramente desconociendo que la Guarachera de Cuba, fue desterrada no solo de su
tierra, sino también del oído de varias generaciones de cubanos, pero es muy
larga y dolorosa esa historia para contársela a ese amigo quien siempre está
ávido de referentes de nuestra música.
Una de las últimas veces que nos hemos
encontrado le tararee aquello de “…chivo quiere que le den candela…”, a partir
de ese día cada vez que lo encuentro me recibe con el estribillo que nada más
ha conocido por mi desafinada entonación, pero a partir de ahí me he puesto a
pensar la relación de ese animalito con la música cubana, cuántas canciones le
han sido dedicadas al cuadrúpedo de cuernos curvos, al macho de la cabra, a
ese saltador incansable que se traga todo lo que se le ponga adelante, siempre
que no sea carne, porque carnívoro no es .
Es notable la importancia del chivo en
la cultura cubana, su noble significación en ese sincretismo religioso producto
de la mezcla del español y el africano, donde la ofrenda no es carne de res, ni mucho menos de cerdo,
sino de chivo, cocinada con cerveza o ron y apodada “chilindrón”.
Su influencia en el habla popular también
es extensa, desde esa pequeña barbilla que se usa cubriendo al mentón, el
comprimido para copiar en los exámenes, el trabajo que se hace de forma
clandestina escondido del jefe, la bicicleta…, a todo eso le llamamos
categórica y responsablemente chivo. Además, algunas frases como: “se está haciendo el chivo con tontera”,
que significa que se está fingiendo el distraído o “tiene una cantidad de dinero que no la brinca un chivo”,
refiriéndose a una persona adinerada.
Indudablemente la frase más popular
con referencia al chivo salió de una de esas canciones interpretadas por Bola
de Nieve “Chivo que rompe tambor, con su pellejo paga”, la cual ha trascendido
formando parte del refranero popular por su significación de “quien la hace la
paga” y que refiere más adelante ese gran músico con su tremenda gracia..” …y lo que es mucho peor, que en
chilindrón acaba”, significando que su carne pasará a formar parte del
próximo banquete.
El cuero del chivo es imprescindible
para los tambores batá, bongoes o la tumbadora en cualquier agrupación musical
cubana, así que esa es una forma más de trascendencia de ese animal.
Me vienen a la mente algunas canciones con el chivo como elemento principal,
recuerdo aquella de “yo tengo un chivo que toma cerveza”, “yo no como corazón
de chivo” o “me quedé sin chivo”, todas muy populares.
El tema
no se agota pero hay mucho calor hoy, he sudado bastante y si no me doy una
ducha urgentemente empezaré a oler a berrenchín de chivo y eso no es bueno,
aunque un poco menos peor que le digan a
una persona, ya sea hombre o mujer, como el femenino del chivo (chiva), que a
ningún cubano se le ocurriría decirle cabra. Pero ya, hasta pronto, no chivo
más por hoy.
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