Si hace unos años tomar una foto era algo con cierto grado de complejidad por aquello de la compra de la película fotográfica, el revelado y luego la impresión con escasas posibilidades de hacer retoques, hoy todo ha cambiado sustancialmente y una gran parte de la población posee, aunque sea en calidad de préstamo o alquiler una cámara fotográfica, cuya calidad varía desde una con todos los requerimientos para el trabajo profesional a otra incluida entre los servicios del teléfono celular.
Nacimientos, cumpleaños, matrimonios, traiciones y fidelidades, guerras, catástrofes, nubes y estrellas, alcantarillas y colosales edificaciones, todo queda guardado, ya nada escapa a ese infinito de posibilidades de registrar la imagen más cotidiana... o la más secreta. Cada momento se le hace más difícil a la oscuridad de la mentira mantener su nefasto poder de las tinieblas.
Nacimientos, cumpleaños, matrimonios, traiciones y fidelidades, guerras, catástrofes, nubes y estrellas, alcantarillas y colosales edificaciones, todo queda guardado, ya nada escapa a ese infinito de posibilidades de registrar la imagen más cotidiana... o la más secreta. Cada momento se le hace más difícil a la oscuridad de la mentira mantener su nefasto poder de las tinieblas.
Lo mejor es que este mundo queda más registrado en el recuerdo, ya sea impreso en un papel, dentro del disco duro de una computadora o en una diminuta memoria digital.
Fotos: Estudiantes de la materia Fotografía UNIFRANZ y el autor |
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